Para entender la historia de Veronica Lake hay que empezar por apuntar que fue uno de los mayores iconos de los 40, haciendo pareja artística con Alan Ladd (con quien rodaría cuatro films). En aquellos días de guerra dos marines descubrieron una isla volcánica al sur del Pacífico y la bautizaron con el nombre de Isla Veronica en su honor.
Su peculiar peinado (llamado peek-a-boo-bang) fue tan masivamente imitado por las jóvenes que el Departamento de Guerra de los EE.UU exigió a la Paramount que prohibiera el peinado a la actriz ya que, al taparles la mitad del rostro, las trabajadoras de talleres y fábricas de armamento sufrían accidentes y errores en su trabajo. La revista Life la declaró la artista de mayor éxito taquillero. Cobraba 4,500 dólares por semana y en un referéndum del Ejército norteamericano fue declarada la estrella femenina más popular. Como ella misma declararía: "En aquel tiempo nadie podía llegar más alto...".

Su auténtico nombre era Constance Frances Marie Ockelman, nacida en Brooklyn, Nueva York el 14 de noviembre de 1922. En 1940 se casó con el director artistico John S. Detlie con quien tuvo una hija y un aborto y se divorciaría tres años después. En 1944 se casó con el director André de Toth con quien tuvo otros dos hijos. Y en 1955 se casaría de nuevo con un músico llamado Joseph A. McCarthy. En los años 60 volvió a divorciarse y comenzó a vivir en hoteles baratos de Nueva York. Fue arrestada varias veces por embriaguez y escándalo pùblico
Pero a mediados de la década la decadencia llamó a su puerta irremediablemente. Su alcoholismo, el desinterés del público tras prohibírsele su original peinado, su expulsión de la Paramount, la demanda que su propia madre le puso por motivos económicos, su segundo divorcio...

Su salud física y mental declinó rápidamente, y a finales de los 60 se la encuentra en Hollywood, Florida, recluida por paranoia (al parecer afirmaba estar siendo investigada por el FBI).
Se rehizo, sin embargo, momentáneamente, y logró publicar una autobiografía: Veronica, recibiendo mucha publicidad y críticas positivas. Con sus ganancias, Lake coprodujo y protagonizó una película, la última: Flesh Feast (1970), cinta de terror de bajo presupuesto. En ese momento se trasladó al Reino Unido, donde contrajo matrimonio con un capitán de barco inglés llamado Robert Carleton-Munro que murió prematuramente. Él nunca sospechó que aquella camarera había sido tiempo atrás ni más ni menos que Veronica Lake. En 1973, regresó a Estados Unidos, donde tuvo que ser de inmediato hospitalizada. Enemistada con su familia e hijos, no recibía visita alguna. Ese mismo año de 1973, cerca de Burlington, Vermont, Lake murió a la edad de 50 años, con un diagnóstico de hepatitis e insuficiencia renal derivadas de su alcoholismo. Sus cenizas fueron esparcidas en las Islas Vírgenes.
Veronica Lake fue probablemente la mayor muñeca rota de Hollywood. La más rutilante estrella convertida en mera anécdota cinéfila. En su autobiografía afirmó: "Nunca deseé ser una estrella, nunca me lo tomé en serio. No podía vivir, no podía soportarlo, odiaba ser algo que, en realidad, no era. De haberme quedado en Hollywood habría terminado como Alan Ladd y Gail Russell: muerta y enterrada. Aquella ciudad de ratas los mató y sé que también me habría matado a mí".